Las criptodivisas son monedas digitales que utilizan tecnologías criptográficas para asegurar su funcionamiento.
El concepto de una moneda digital asegurada por la
criptografía existe al menos desde 1983, cuando el criptógrafo estadounidense David Chaum presentó el ecash. Sin embargo, la primera criptomoneda que verdaderamente logró el reconocimiento convencional fue Bitcoin (
BTC), que se lanzó en enero de 2009.
La principal innovación de Bitcoin fue el uso de
blockchain, un
libro mayordistribuido y criptográficamente asegurado de todas las
transacciones de BTC que han tenido lugar. El uso de la cadena de bloques permite que la red de Bitcoin, que consta de numerosos nodos independientes, todos los cuales deciden participar de forma voluntaria, funcione de forma efectiva sin necesidad de una autoridad
central, como un banco, para hacer cumplir las normas.
El blockchain de Bitcoin se mantiene y actualiza mediante el uso de
proof-of-work, un algoritmo de
consenso intensivo desde el punto de vista computacional basado en
funciones hash criptográficas, que garantiza que no se pueda crear un nuevo Bitcoin sin gastar un
esfuerzo considerable y que todas las transacciones de BTC queden registradas de forma fiel y permanente.
La apariencia de Bitcoin inspiró un mayor crecimiento de la industria de criptomonedas, que en 2020 consiste en decenas de miles de criptomonedas de varios tipos, con un valor colectivo de cientos de miles de millones de dólares.
Algunas de ellas son, al igual que Bitcoin, monedas de prueba de trabajo totalmente descentralizadas, como Bitcoin Cash (
BCH), Litecoin (
LTC) o Monero (
XMR). Otros usan diferentes algoritmos de consenso, como Tron (
TRX), Tezos (
XTZ) o Dash (
DASH), que todos usan
prueba de participación. Otros aún se basan en cadenas de bloques privadas que son operadas por las empresas para uso interno y no son accesibles para el público en general. Pero todos ellos tienen al menos una cosa en común: el funcionamiento de sus redes está asegurado mediante algoritmos criptográficos.