La tecnología detrás de Wrapped Islamic Coin (WISLM) está basada en la tecnología blockchain, aprovechando específicamente la red HAQQ. La red HAQQ es una blockchain de capa uno construida sobre el Cosmos SDK, un marco modular que permite la creación de blockchains personalizadas. Esta configuración proporciona una base robusta para WISLM, asegurando escalabilidad, interoperabilidad y seguridad.
La red HAQQ emplea un mecanismo de consenso de Prueba de Participación (PoS). En PoS, los validadores son elegidos para crear nuevos bloques y confirmar transacciones en función del número de monedas que poseen y están dispuestos a "apostar" como garantía. Este método es eficiente en términos de energía en comparación con los sistemas de Prueba de Trabajo (PoW), que requieren una potencia computacional significativa. PoS también mejora la seguridad al hacer económicamente impráctico para los actores malintencionados atacar la red, ya que necesitarían controlar la mayoría de las monedas apostadas.
Wrapped Islamic Coin es un token ERC-20, lo que significa que se adhiere al estándar de tokens de la blockchain de Ethereum, asegurando compatibilidad con una amplia gama de aplicaciones descentralizadas (dApps) y carteras. El estándar ERC-20 facilita la integración e interoperabilidad sin problemas dentro del ecosistema de Ethereum, permitiendo que WISLM sea fácilmente intercambiado y utilizado en diversas plataformas.
La arquitectura de la red HAQQ incluye carteras blockchain no custodiales, creadas a través de la aplicación móvil HAQQ wallet. Las carteras no custodiales otorgan a los usuarios el control total sobre sus claves privadas, mejorando la seguridad y la privacidad. Esto significa que los usuarios son los únicos custodios de sus fondos, reduciendo el riesgo de puntos de fallo centralizados o hackeos.
Una característica distintiva de Wrapped Islamic Coin es su cumplimiento con los principios de las finanzas islámicas. Este cumplimiento asegura que la moneda se adhiera a las directrices éticas y religiosas, haciéndola un instrumento financiero adecuado para aquellos que siguen la ley islámica. El diseño y el marco operativo de la moneda están estructurados para evitar el interés (riba) y asegurar la transparencia y equidad en las transacciones.
La rapidez de finalización de la red HAQQ es otro aspecto crítico. La rapidez de finalización significa que una vez que una transacción es confirmada, es inmediatamente irreversible y final. Esto reduce el riesgo de doble gasto y mejora la eficiencia general de la red. La rapidez de finalización es particularmente importante para las aplicaciones financieras donde la certeza de la transacción es crucial.
Además de sus características técnicas, Wrapped Islamic Coin se beneficia del ecosistema más amplio de la red HAQQ. Este ecosistema incluye varias aplicaciones y servicios descentralizados que pueden aprovechar WISLM para diferentes casos de uso, desde finanzas descentralizadas (DeFi) hasta gestión de la cadena de suministro. La integración con el Cosmos SDK también permite que la red HAQQ interoperar con otras blockchains dentro del ecosistema Cosmos, facilitando transacciones y colaboraciones entre cadenas.
La seguridad de la red HAQQ se refuerza aún más con su conjunto de validadores, que consiste en nodos que participan en el proceso de consenso. Estos validadores están incentivados a actuar honestamente a través de recompensas por participación y penalizaciones por comportamiento malicioso. La naturaleza descentralizada del conjunto de validadores asegura que ninguna entidad única pueda controlar la red, mejorando su resistencia contra ataques.
La adherencia de Wrapped Islamic Coin al estándar ERC-20 también significa que puede ser fácilmente envuelto y desenvuelto. Envolver implica convertir la moneda nativa en un token ERC-20, permitiendo que se use dentro del ecosistema de Ethereum. Desenvolver es el proceso inverso, convirtiendo el token ERC-20 de nuevo en la moneda nativa. Esta flexibilidad permite a los usuarios aprovechar las características únicas tanto de la red HAQQ como de la blockchain de Ethereum.
La aplicación móvil HAQQ wallet proporciona una interfaz fácil de usar para gestionar WISLM. Permite a los usuarios enviar, recibir y apostar sus monedas de manera segura. La naturaleza no custodial de la cartera asegura que los usuarios retengan el control total sobre sus claves privadas, mejorando la seguridad y reduciendo la dependencia de custodios de terceros.
El modelo de gobernanza de la red HAQQ es otro aspecto importante. Permite a los participantes involucrarse en los procesos de toma de decisiones, como actualizaciones de protocolo y cambios de parámetros. Esta gobernanza descentralizada asegura que la red evolucione de una manera que se alinee con los intereses de su comunidad, promoviendo la sostenibilidad y la innovación a largo plazo.