Capital social
El capital social es el fondo que se devolvería a los accionistas de una compañía si todos los activos de la compañía se disolvieran y todas las deudas se pagaran en caso de liquidación.
¿Qué es el capital social?
En el mundo de las finanzas, el capital se refiere al valor de una compañía que se puede atribuir a sus accionistas. En el balance general de una empresa, el capital social refleja la propiedad de los accionistas de la compañía. Se calcula restando los activos totales de una compañía de sus pasivos totales.
Capital social = Activos totales − Pasivos totales
Hay dos formas de capital social; el valor de mercado y el valor contable.
El capital social generalmente se indica en un estado financiero por debajo de su valor de mercado, que puede ser mucho mayor o menor que el valor contable. La justificación de esta distinción es que los estados contables son retroactivos, mientras que los analistas financieros estiman lo que esperan que sea el crecimiento financiero en el futuro.
El valor de mercado de las acciones de una compañía se utiliza para determinar si son negociables públicamente. Es solo el precio de las acciones más reciente, compuesto por el número total de acciones en circulación. Cuando una empresa es privada, determinar su valor de mercado es mucho más difícil. Si una empresa tiene que ser evaluada formalmente, emplea especialistas para hacer un examen detallado, como banqueros de inversión, compañías de contabilidad o empresas de valoración.
En principio, el valor contable del capital social de una compañía está determinado por la industria en la que trabaja y cómo mantiene sus activos. Dado que pueden generar ganancias comparativamente altas a partir de sus activos, las empresas que se proyecta que se expandirán y obtengan mayores ganancias en el futuro a menudo tienen un valor contable que es menor que su valor de mercado, es decir, el valor del negocio establecido por el mercado de valores.
Las empresas menos orientadas al crecimiento y más al valor tienen un valor contable de los fondos propios más elevado que su valor de mercado. En realidad, esto indica que el mercado no es optimista sobre el potencial de la compañía para generar ganancias en el futuro, pero los inversores en valor sienten que el mercado está completamente equivocado.
Invertir en una compañía que ofrece sus acciones es extremadamente beneficioso de las siguientes maneras:
- En una estructura de corporación, los propietarios suelen estar limitados en sus responsabilidades. En la mayoría de los casos, la participación en el capital social se paga en su totalidad. Los accionistas pueden perder parte de su dinero, pero no todo. Tampoco son responsables de la incapacidad de la corporación para cumplir con sus obligaciones.
- Las acciones de capital social tienen un mayor potencial de ganancias que cualquier otro producto financiero. Incluso si el rendimiento actual de dividendos no es tan alto, el potencial de ganancia de capital es sustancial. Con el tiempo, el rendimiento general o los rendimientos hasta la madurez pueden llegar a ser significativos.
- El dueño de las acciones tiene la licencia para vender sus acciones a otra persona. El comprador debe estar seguro de que la corporación emisora registre la transferencia de propiedad para que el nuevo propietario reciba dividendos, derechos de voto y otros beneficios.
- Los inversores en acciones de capital también se benefician de las ventajas fiscales. El mayor rendimiento de las acciones se debe a un aumento en principio o a las ganancias de capital, que en la mayoría de los países se gravan a una tasa más baja que otros ingresos.
En el mundo de las criptomonedas, los inversores pueden
optar por adquirir tokens o monedas de un proyecto de
criptomonedas y apostarlos para recibir un flujo recurrente de ingresos. La cantidad de recompensas depende del capital social total o los tokens que posean de la criptomoneda.